lunes, 11 de febrero de 2008

El retonno

He vuelto. De nuevo estoy aquí ¡Qué locura de enero! Si es que no puede ser, todos los años y con todo me pasa lo mismo: dejo lo que tengo que hacer para el final. Esto se llama procrastinar en lengua culta y para el resto "dejar para mañana". Pero he vuelto y voy a intentar seguir con este afán de escribir mis asuntillos.
Mientras tanto te dejo algo de Cernuda:

He venido para ver semblantes
Amables como viejas escobas,
He venido para ver las sombras
Que desde lejos me sonríen.

He venido para ver los muros
En el suelo o en pie indistintamente,
He venido para ver las cosas,
Las cosas soñolientas por aquí.

He venido para ver los mares
Dormidos en cestillo italiano,
He venido para ver las puertas,
El trabajo, los tejados, las virtudes

De color amarillo ya caduco.
He venido para ver la muerte
Y su graciosa red de cazar mariposas,
He venido para esperarte

Con los brazos un tanto en el aire,
He venido no sé por qué;
Un día abrí los ojos: he venido.
Por ello quiero saludar sin insistencia

A tantas cosas más que amables:
Los amigos de color celeste,
Los días de color variable,
La libertad del color de mis ojos;

Los niñitos de seda tan clara,
Los entierros aburridos como piedras,
La seguridad, ese insecto
Que anida en los volantes de la luz.

Adiós, dulces amantes invisibles,
Siento no haber dormido en vuestros brazos.
Vine por esos besos solamente;
Guardad los labios por si vuelvo.

lunes, 28 de enero de 2008

Gustavo A. Bécquer

Cuando en la noche te envuelven
las alas de tul del sueño
y tus tendidas pestañas
semejan arcos de ébano,
por escuchar los latidos
de tu corazón inquieto
y reclinar tu dormida
cabeza sobre mi pecho,
diera, alma mía,
cuanto posea:
¡la luz, el aire
y el pensamiento!

Cuando se clavan tus ojos
en un invisible objeto
y tus labios ilumina
de una sonrisa el reflejo,
por leer sobre tu frente
el callado pensamiento
que pasa como la nube
del mar sobre el ancho espejo,
diera, alma mía,
cuanto deseo:
¡la fama, el oro,
la gloria, el genio!

Cuando enmudece tu lengua
y se apresura tu aliento
y tus mejillas se encienden
y entornas tus ojos negros,
por ver entre sus pestañas
brillar con húmedo fuego
la ardiente chispa que brota
del volcán de los deseos,
diera, alma mía,
por cuanto espero,
la fe, el espíritu,
la tierra, el cielo.

sábado, 26 de enero de 2008

Definición de literatura

Primer examen: Teoría de la Literatura. Resumen:

Literatura: es la obra del hombre que encadena la realidad de su tiempo a los libros, a las obras, a las palabras; y, esa realidad va labrando el mundo posterior que se sirve a su vez del pasado, viviendo lo vivido, mirando hacia el vivir.

Síntesis conceptual antes del examen.

viernes, 18 de enero de 2008

Book Corner - Nueva Delhi


Me ha encantado esta foto que aparece en la sección "Las fotos de los lectores" del diario gratuito ADN, la foto le corresponde a Salvador Castell. Y lo que me impacta de la imagen, no es la cantidad, ni si el "vendedor" se ve tras un huequecito entre las pilas de libros. Lo que me llama la atención es la presencia en sí de estos tesorillos en una ciudad donde el índice de analfabetismo es del 81,82%.

lunes, 14 de enero de 2008

Diario nevero (y V)

6 de enero de 2008

Quinto y último día de navegación

La experiencia de la nieve merece la pena. Ha sido genial. Todo ha ido de maravilla. Y pensar que he vivido sin ello.

Mis sueños de esquiador profesional se han ido al garete después de las tontas caídas de hoy. No he mantenido la atención suficiente, me he confiado demasiado y he ido de listo. Consecuencia: cansancio, desidia, malestar y aburrimiento. La culpa, que siempre hay algo que tiene la culpa, es de la nieve que cambio de estado, de polvo pasó a hielo. Cuando aprendimos a esquiar lo hicimos con nieve polvo o nieve en polvo, aún no sé cómo se dice, pero hoy la nieve se encontraba un poquito más compacta siendo más difícil hacer la cuña y los giros. Total, un coñazo.

De todas formas, todo fue de maravilla. Creo que me ha gustado muchísimo la experiencia y he conocido nuevos límites para mi capacidad física (jar). He pretendido con todo esto contar cómo me lo he pasado en cuatro días de nieve. Me queda mucho que aprender y seguro que siempre será con monitor que, por cierto, era tocayo y nos ha enseñado bastantes cosas pero lo mejor ha sido el tener confianza en nosotros mismos y controlar. Gracias también a los demás del grupo por la experiencia.

Dentro de poco, más.

Diario nevero (IV)

5 de enero de 2008

Cuarto día de navegación

Hoy el día ha sido extraordinario. Buen tiempo y práctica muy mejorada. Y es que después de la tormenta del primer día, el tiempo que hace no tiene paragón chin pon. El sol fuera todo el rato, todo despejado y sin viento. Ayer, las nubes impedían ver la ciudad y las montañas de los alrededores, hoy no ha sido así. Las vistas desde el Veleta son tremendas. Hay que venir y verlas.

Las clases de esquí han salido de lujo. Giros, cuñas, paralelo, freno, lo otro y lo demás… Merece la pena, hay que buscarse un monitor cuando se viene a la nieve. No tiene nada que ver esquiar creyendo que sabes a esquiar sabiendo. Además, los monitores te enseñan a quitarle el miedo a los esquís y a echarte hacia delante. Hoy, el nuestro se llegó a emocionar un poquillo cuando nos vio a todos cómo bajamos Borreguiles, lo estaría flipando un poco o esperaba menos de nosotros o, en verdad, sintió que su trabajo se estaba realizando correctamente.

Para terminar el día, después de subir y bajar las pistas, decidimos bajarnos por El Río. Se trata de una pista azul por la que baja todo aquel que no quiere bajar por el telecabinas cuando cierra la estación. La sensación fue alucinante. Un poco jiñaos por la de gente que se estaba tirando en ese momento pero disfrutando al máximo. Una vez abajo la emoción era estupenda, se nos notaba en la cara el entusiasmo. Luego, a la noche, todavía me emocioné al recordarlo (jar).

Qué buenos días estamos echando y qué poquito nos queda. Mañana termina esto y espero que bien.

domingo, 13 de enero de 2008

Pro Manu Sánchez

Después de poner lo de Manu, he visto que hay voces que discrepan, que si es plagiador, que si no merece estar ahí, cuarenta cosas. A mí me gusta y cada vez me gusta más: su lenguaje espontáneo, su manera de decir las cosas, de presentar situaciones que son muy cercanas a mí, por sus expresiones... por muchas cosas. Manu me cuenta las cosas como me gustan escucharlas, en andaluz, sin pedanterías, como se hacen las cosas por aquí abajo, diciendo mucho con poco.

Y si copia pues que copie, que a todos los cómicos esos listillos que se creen la crème del humor en España se les nota el plumero. No desprestigio su trabajo, no lo pretendo, pero ya está bien de escuchar siempre lo mismo y con la misma fórmula. Que si una película en un lado de la cama, que si otra al otro lado, ahora una de fútbol, ahora enseño una teta y ahora me acuesto con todo el que pasa porque lo exige el guión y así todo igual. Ahora soy actor, ahora hago un monólogo, ahora hago el vaina.

El genio no surge solo, es un producto de los productos de la sociedad. La imitatio es la base de nuestra obra cultural. No somos productores aislados. Tenemos elementos de referencia en nuestro entorno para realizar nuestra obra y hay que utilizarlos. Si alguien está molesto porque lo están plagiando pues que denuncie en un tribunal y que las leyes, que están para algo, sean dictadas a su favor. Pero el carisma, la buena voluntad, la huella en los demás, la originalidad... todo eso o se tiene o no se tiene, y el que carece y quiere, por costumbre, lo envidia.

Pues hasta aquí mi alegato y creo que bastante clarito. Manu eres un fenómeno. Gente plagiada, no os ofendáis, que no es para tanto, que si os imitan es porque os admiran. Y si no triunfáis, no echadle la culpa a los que os plagian, más bien será porque no es vuestro momento o no os tragan.

El origen de los mormones



¡Qué arte Manu! ¡Qué arte! Para los que quieran saber más www.colga2conmanu.com o los miércoles a las 22.00 en Canal 2 Andalucía.

Diario nevero (III)

4 de enero de 2008

Tercer día de navegación.

Por fin podemos esquiar. La experiencia ha sido indescriptible. Nada más llegar, nos tiramos por las pistas pequeñitas con una cuesta de menos de medio minuto, nos deslizamos dos veces más y a por las grandecitas.

No recomiendo tirarse por las pistas de principiantes el primer día y sin haber esquiado nunca. Mejor esperar las explicaciones del monitor o que alguien que te diga lo que hay que hacer, por lo siguiente. Sin saber apenas hacer la cuña ni los giros, allá que voy. Pillaba una velocidad del carajo, luego me enteré que iba en paralelo. Los giros de izquierda o de derecha me salían por intuición, no por saber. Y así, vino la primera caída. Enorme. No sé cómo estoy aquí. Horrorosa. Me levanto y sigo. Ya no me caigo más.

Segunda monta en el telesilla. Asombrosamente no me he caído al bajarme, esto va por todos aquellos que lo presagiaban. Segunda bajada y muy bien todo hasta que de nuevo al carajo. Qué hostía más grande. Se volvió un esquiador a ver si estaba bien. Imagino que la gente de los telesillas estaba descojonada. No me tiro más hasta que no aprenda.

Llegan las clases de esquí y todo fabuloso. Aprendemos los movimientos básicos y a deslizarnos con control. Tres horas duró la clase. Acabamos, comimos, y a los telesillas.

Esta vez todo fue como la espuma, sin problemas. Que si la cuña, que si el giro, que si freno, que si acelero… qué gran diferencia. Y la nieve, allí, que parecía arena blanca, polvo, y crujía a tus pies según te desplazabas.

En fin, es una maravilla esto de deslizarte y teniendo tú el control, marcar el ritmo, es una sensación casi etérea, mágica. A ver hoy que tal echamos el día.

miércoles, 9 de enero de 2008

Diario nevero (II)

3 de enero de 2008

Segundo día de navegación.

La situación se vuelve desesperante. Hoy no hemos ido a esquiar porque el temporal de ayer vino para quedarse. Desde las siete de la mañana, la presencia de ráfagas de viento a más de ciento cincuenta kilómetros hora y la nevada hacía pensar lo peor. No se esquía. Pistas cerradas. Ea, pues mejor, que para matarnos siempre hay tiempo. Imagínate un telesilla balanceándose como un elefante en la tela de una araña ¿adónde te puede mandar eso?

La verdad es que la nieve es muy bonita y para el que no la haya visto nunca, más. Qué hartura (la gente fina que entienda empalago) de nieve y de hacer lo mismo todo el día. No podemos salir del recinto (es un poco exagerado pero es casi así), hay problemas con los quitanieves, con los autobuses, con los horarios, con el temporal… Y es que estamos semiaislados, esto es una simulación de El Resplandor, no son vacaciones.

Habrá que esperar a mañana y ver qué ocurre. De todas formas, ya he empezado una novena a San Judas Tadeo para que nos eche una mano.

martes, 8 de enero de 2008

Diario nevero (I)

2 de enero de 2008

Primer día de navegación.

Arribamos al albergue a las 17.30 hora española después de atravesar un tormentón (el yeti, acobardado). La carretera estaba desierta y la nieve bañaba mi piel, sin ganas de cantar ni de guitarra tuvimos que poner las cadenas en el kilómetro 32, nosotros gentes de secano, armados de valor, procedimos. Salimos del coche pusimos la de la rueda delantera derecha y luego, cuando vamos a poner la izquierda, nos preguntamos: ¿van delante o detrás? Para que dijimos nada, llamadas, toques, incertidumbre… van delante.

Una vez resuelta la duda, segunda rueda puesta, esta vez con mucha dificultad pues un pequeño juego de lógica hizo acto de presencia: las cadenas estaban enreliás. Pudimos resolverlo casi con nota y seguimos con el trocito de carretera que nos faltaba.

El señor quitanieves detrás con su máquina, nosotros delante intentando quitarnos rápidos de su camino, se sueltan las cadenas. El temporal apretando, el quitanieves detrás, las manos y los pies entumecidos. Que faena. Bájate. Pon cadenas. Hiélate. Cuidado cuando te agachas que se te ve el sacro. Cadenas puestas. Así dos veces hasta que… El señor quitanieves detrás, nosotros delante, cadenas que se sueltan. Pero… sorpresa: cadenas rotas. Su puta estampa. Los alicates en mi casa y las manitas helás. Vaya día de nieve.

Llegamos al albergue y nos atienden amablemente pero sin contemplaciones y nosotros queriendo contar lo que hemos pasado. Reparto de habitaciones, reparto de materiales y mañana será otro día. Imagino que habrá cuarto y mitad de lo mismo.

miércoles, 2 de enero de 2008

Nieve por aquí, nieve por allá

Esta Navidad, para el que lo quiera saber, he estado muy pendiente del parte de nieve de Sierra Nevada. Y es que, según los expertos consultados, no había suficiente nieve ni la calidad era la mejor. He estado todas las fiestas (como dicen los mayores) queriendo que lloviera por aquí y que nevara en Granada pero no en la ciudad, en la parte de arriba. Pues va y su cumple.

Como decían los Borrachos: "Nieve por todo el Norte, brumas por el Oeste..." Veremos a ver si esquío porque el parte dice que na nai que está lloviendo y que va a llover más; que nevará para mí y pa mí prima, pa que me jarte. En fin, que ya contaré que tal me fue.

Pero para que podáis imaginar mi infortunio, no tengo ni idea de lo que se hace cuando uno llega, ni cómo me tengo que montar en un telesilla ni bajarme, menos mal que habrá un monitor para demostrar su paciencia y mucha gente alrededor. Lo mejor será cuando tenga que venir el san Bernardo a rescatarme...